miércoles, 16 de junio de 2010

Lo que se aprende en una caída tonta

!Hay que ver lo que da de si una caída tonta¡ Ayer había llovido, el suelo estaba resbaladizo, era de madera, el tacón de la bota derecha hizo un movimiento raro y de repente estaba en el suelo. Caí sobre la pierna derecha, nada grave. Como daños, un moratón enorme en la rodilla derecha que aún sigue hinchada, el pantalón y la bota manchadas de barrillo y suciedad de la calle.

Hasta aquí nada raro. Estas cosas pasan. Lo que más me sorprendió de este hecho no fue la caída en sí, sino que lo que me dijo una persona que estaba allí y presenció todo sin darme cuenta de ello.

Tras comprobar que estaba enterita, todos los huesos en su sitio, y levantarme para ponerme en pie, escuché a mi espalda una voz de hombre que decía, "¡menuda caída, qué trompazo!" . No tengo conciencia que fuera para tanto pero ya sabe, una no estaba para muchas cosas en ese momento.

Acto seguido, este hombre, comenzó a hablarme, "hace unos días en una calle del centro de la ciudad, dijo el nombre, se cayó una señora en un paso de peatones. También llovía y resbaló con la pintura del paso de peatones". Ya me había levantado y puesto en marcha. Le miré y seguí mi camino.

El hombre que era muy persistente continuó con lo que quería decir, "al caer la mujer, se dio un golpe muy fuerte en la columna y desde entonces está en silla de ruedas". Le volví a mirar, no sabía exactamente qué pensar. Alucinaba. Lo único que procesaba mi cabeza era, ¿qué me está contando este tipo? Intenté ir más rápida pero seguía con la historia de la pobre mujer. Para entonces, ya me había hecho una película. Calle céntrica, ambulancias, la gente alrededor mirando....

Me giré y le volví a mirar, entonces comprobé lo que había pasado desapercibido para mi, sonreía al contarlo. En ese momento, me di cuenta de nuevo de lo distintas que somos todas las personas.

En ningún momento se acercó para ver si estaba bien, ni tan siquiera me preguntó nada, sólo estaba allí para contar lo terrible que puede ser esta vida pero a la vez alegrándose por ello.

Lo siento, este tipo de personas no van conmigo. Soy todo lo opuesto. Me gusta ver lo positivo en todo y gente como este hombre lo único que consiguen de mí es que me plantee cómo pueden disfrutar y ser felices gracias a las desgracias ajenas. Respeto su manera de pensar, pero no la comparto. Recrearse en el mal ajeno, en las tristezas, penurias, enfermedades, angustias de los demás les produce bienestar, morbo y desde mi punto de vista, es una pérdida de energía centrarse sólo y únicamente en esos aspectos en la vida. Todas las cosas bellas, positivas, preciosas que se pierden por no ser capaces de verlas. Ellos eligen esa manera de vivir y les deseo lo mejor. Además sin sombra no seríamos capaces de ver la luz. Todo tiene dos lados, sólo se trata de ver en cuál nos sentimos más cómodos y felices, y trabajar con nosotros mismos para mejorar día a día.

Ahora siendo mala, estoy pensando que el pobre hombre se iría pensado a casa, que era muy rara, no me había quejado, no había entrado al trapo en la conversación y sobre todo, no le había contado lo mucho que me dolía la rodilla.


La foto de la imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

6 comentarios:

EriKa dijo...

Espero no te hayas hecho mucho daño y esto no pase de un simple golpe y una mala caída.
Respecto a lo del hombre creo que hay personas que necesitan ver y disfrutar los problemas que tienen los demás, son gente que no les llena su vida y por eso se recrean en contarte lo mal que lo ha pasado fulano o mengano, que si las cosas no te salen bien se alegran.
Son gente pobre de espíritu a los que hay que tener pena... por vivir tan poco su vida siempre pendiente de los demás, que manera de desperdiciar algo tan precioso como es vivir.
Cuídate mucho.
Besos.
PD. Me he acordado estos días mucho de tí, he intentado pelar las capas de cebolla pero me lo han puesto difícil, aunque mi motivación ha hacerlo a ayudado.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Erika guapa

Ya me he dado cuenta al leerte en tu blog. Eres una campeona. Realmente es muy difícil no caer en la provocación y quedarte callada en calma. Y lo has conseguido. Ya estás quitando capas de cebolla.

Tengo un bonito recordatorio de color morado que ocupa toda la rodilla, ajajajaajajaa. El resto está maravilloso.

Es posible que sea lo que dices. Lo que más me chocó era que no era muy mayor, más que nada porque algunos mayores son más de recordar lo negativo.

Cada uno elegimos cómo vivir nuestra vida. Y menos mal que no soy hipocondríaca, jaajaja, porque después de escucharle, me hubiera dado por ir a urgencias.

Un besote grande guapa.

Hada Saltarina dijo...

Vaya, pues sí las caídas son para preocupar, pero tienes mucha razón en lo que dices de este señor, desgraciadamente. Somos un poquito morbosos, verdad? En fin, que espero que estés bien, y en lo que comentaba ese hombre hay algo muy cierto y es la dichosa pintura resbaladiza de los pasos de peatones que yo deploro; siempre los bordeo, pero no subo a ellos precisamente por lo resbaladizos que resultan.

Besos

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Hada guapa

Si desde luego, la pintura de los pasos de peatones son muy peligrosas y resbaladizas especialmente si llueve. Soy de las que las pisa.

Si era un poco morbosillo el hombre. Tiene que haber de todo en esta vida, si no sería todo muy aburrido.


Besotes guapa.

La Gata Coqueta dijo...

Podría
recitarte
una poesía
en unos instantes

Donde
mi corazón
pudiera

Reflejar
sus sentimientos.

Si están danzando
o han sollozado

Si sueñan
despiertos
o viven dormidos...

...pero para no
abrumarte
tan solo te diré...

Que al terminar
la semana
te sentirás afortunad@
por haber permitido
a los tuyos vagar

Ya que a veces
los sentimientos
necesitan
que se les ceda
el beneplácito del sosiego

María del Carmen

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Gata guapa

Un besote muy fuerte y te deseo un feliz fin de semana.